El británico, ganador del pasado Tour de Francia, no se cree a Lance Armstrong, lo mismo que Travis Tygart, el máximo responsable de la Agencia Antidopaje estadounidense.
Bradley Wiggins no lo dice pero se siente estafado por Lance Armstrong en el Tour de 2009, el que dio a conocer mundialmente al inglés cuando acabó cuarto en la general final por detrás del tejano, tercero en su vuelta al pelotón. Wiggins no suele andarse con diplomacias cuando un asunto le molesta. Y la confesión de Armstrong le molesta porque cree que sigue mintiendo.
"Pienso que mientes, bastardo"
Y esto es lo que ha declarado a la web de cyclingnews: "Lo que más me molestó es que dijo que cuando volvió a correr en 2009 y 2010 lo hizo limpio. Pienso que mientes, bastardo. Todavía me acuerdo de ir codo a codo con él, mirándole y observando su lenguaje corporal. El hombre en la cima de Verbier en 2009 no era el mismo que el de la cima del Ventoux unos días más tarde.
Basta con ver los vídeos y ver cómo corría en una y en otra etapa.Ya no me creeré nunca más nada que salga de su boca". Su deepción es más profunda porque Bradley admiraba a Lance. Recuerdo haberle visto ganar el Mundial de 1993 en Oslo, cuando yo tenía 13 años. Tuvo el cáncer, regresó y ganó el Tour en 1999. Entonces yo tenía 19 años, estaba en el programa de ciclismo en pista y para mí fue una gran inspiración".
Sobre la parte de la entrevista, la más lacrimógena, cuando Armstrong le reconoce a su hijo que ganó dopado, Wiggins manifiesta que "yo nunca tendré esta conversación con mi hijo porque he ganado limpio. Pensé: "Te mereces todo lo que te caiga". Al final no sentía ninguna simpatía por él a pesar de las lágrimas y de todo lo que dijo".
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